Cuando llega ya el fin de la campaña europea, y de cara al domingo 25, me gustaría compartir con vosotros todas las reflexiones y sentimientos que hemos ido recogiendo tras tantos días en la calle y en contacto con los roqueteros.
Votar estas europeas es una necesidad política, una tarea que todos los socialistas tenemos que comprender casi obligación para empezar a labrar en el presente inmediato los frutos que queremos recoger en el futuro del 2015. Es cierto que las elecciones europeas tienen una serie de rasgos que no las hacen extrapolables en su totalidad a las municipales o generales, pero el mensaje que salga de las urnas este domingo, sin duda, influirá en el rumbo político que tome España, en general, y el Partido Socialista, en particular.
Los almerienses, además, contamos con un aliciente a la hora de ir a votar: el único partido que ha colocado a una vecina nuestra en puestos de salida al parlamento europeo ha sido el PSOE. Al PP solo le interesa Almería para traer a pasear a Javier Arenas y guardarle el escaño de diputado a un tal Rafael Hernando que no es almeriense pero que ensucia el nombre de Almería cada vez que abre su boca.
Europa es una realidad que no nos queda lejos, porque nos afecta a lo más cercano que tenemos: nuestro bolsillo. Pero los socialistas tenemos claro algo más importante aún: que la Europa que queremos no la forman “los bolsillos”, sino los ciudadanos que tienen esos bolsillos. A la derecha solo le interesa la macroeconomía de sus bolsillos, sin importarles las necesidades vitales de millones de europeos que han quedado tirados en el camino a lo largo de esta crisis tan dura que ha sido aún peor por culpa de las recetas fallidas impuestas por Merkel y palmeadas por Rajoy.
Ayer, precisamente, el jueves 22, tuvimos nuestro acto central de campaña en el castillo de Santa Ana, acompañados de Trinidad Jiménez, que vino a poner el broche de oro a un trabajo del que me siento orgulloso y del que solo puedo dar las gracias a tantos compañeros socialistas roqueteros que se están esforzado, día a día por llevar nuevamente el partido a la calle y defender públicamente el mensaje del socialismo. Ver el patio del castillo lleno en su totalidad, con gente que tuvo que quedarse de pie, es algo que nos ha dado a todos los socialistas las fuerzas necesarias para comprender que el 25-M no es el fin del camino, sino el principio.
Contamos y esperemos, por lo tanto, con tu voto para empezar la cuenta atrás de esta derecha clasista, machista y poco democrática que por ahora ocupa Europa, España y Roquetas pero que de aquí a un año y medio solamente deberá ocupar los sillones de la oposición.
